sábado, 25 de mayo de 2013

EL VALLE DEL JERTE EN LA DÉCADA DE 1950 [Fotografías]

Habiendo dejado atrás la dura y penosa década de 1940, años de posguerra marcados por el hambre, el racionamiento y por una escasez generalizada, la década de 1950 marcaría un antes y un después en la política económica del régimen de Franco.

Estando cada vez más seguro de que, España en su gran conjunto, tenía un gran potencial basado en el turismo, el Gobierno franquista apostaría, cada vez más, por promocionar la imagen de España bien en el interior o en el exterior - siendo en este último caso, sobre todo con las zonas de costa, como más adelante ocurriría -

Dentro de esa campaña destinada a la promoción de la actividad turística, se enmarca la que en esta entrada se describe. Como otras tantas que se realizaron a lo largo y ancho de España, se trata de una exposición fotográfica que recorrió numerosos puntos de la provincia con el fin de dar a conocer la belleza natural del Valle del Jerte. La misma, titulada Pueblos y puentes del Jerte, fue organizada por la Jefatura Provincial de Turismo de Cáceres en el año 1957 y en ella aparecen diferentes pueblos de la comarca, caso de Cabezuela del Valle, Jerte, Navaconcejo o Tornavacas. En las imágenes se puede observar la gran transformación paisajística que ha sufrido el Valle del Jerte en los últimos cincuenta años debido, principalmente, a dos razones: el crecimiento de los núcleos de población y la apuesta por la cereza como principal actividad económica, lo que ha acarreado la modificación de no pocas zonas que antes eran bosque o, simplemente, no estaban dedicadas a ningún otro fin productivo.

Las imágenes pertenecen a la magnífica colección fotográfica - contando con más de 1.000 imágenes - que custodia el Archivo Histórico Provincial de Cáceres y que actualmente, en su mayoría, está digitalizada.

Vista de Cabezuela del Valle


  
Puente de Cabezuela del Valle (carretera N-110)
 

 
Tornavacas


 
Jerte


Cabezuela del Valle


Puente de Jerte
 

Puente de Navaconcejo
 

Tornavacas

sábado, 18 de mayo de 2013

REPUBLICANOS, CRISTINOS Y REALISTAS: la España de 1830.


“Tres partidos más o menos numerosos se hallan uno al frente de otro: la lejitimidad, la usurpación y la república, y cada uno siguiendo la opinión que le domina, hace votos por el triunfo de su causa.

El republicano, sometido al fanatismo mas furioso, espera de la espoliacion de las propiedades, del degüello de los nobles y de los curas, el establecimiento de una libertad quimérica, que no ha existido en ningún tiempo, ni en país alguno: el republicano español ve la felicidad de su nacion en su misma ruina, y la prosperidad en la espoliacion de las iglesias: espera el restablecimiento del orden, de la destrucción misma de aquellas instituciones, que durante muchos siglos han puesto en armonía las leyes y las costumbres de esta nacion. Este es el colmo de los desatinos.

El cristino, tan extravagante como el republicano, hace votos por el triunfo de la usurpacion: se titula patriota, y está envileciendo su patria sin cesar: se llama realista, y trabaja continuamente en destruir el órden de sucesión, sin el cual no puede haber monarquía durable. El cristino quiere un trono fantástico, que sirva de comodín a todas las secciones en que está dividido su partido: una monarquía que semejante a una mina vayan explotándola los ministerios segun se van sucediendo: una monarquia liberal en la primavera, revolucionaria en el estío, despótica en el otoño y anárquica en el invierno, pero absurda en todo tiempo, porque no tiene cosa alguna que sea estable y duradera.

[…] Existe en el mundo un partido mas fuerte y mas justo que el de los cristinos y republicanos, y este es el partido realista, compuesto de gentes de juicio, hombres humanos, y seres religiosos: es el mas numeroso de todos los partidos, ademas de ser el mas justo, y por consecuencia el que está mas seguro de su triunfo: no pide otra cosa que lo que la razon aprueba y la justicia prescribe: no quiere mas que el restablecimiento de los derechos adquiridos, la realizacion de las mudanzas posibles en las instituciones, y el bien-estar del género humano. La España entrará en posesión de todos estos bienes, el dia (que por momentos se acerca) en que Carlos V tome posesión de su trono.”[1]

Fuente de la imagen: Escuelapedia



[1] Texto extraído de la Gaceta Oficial en su número 170 correspondiente al 9 de junio de 1837. El texto está transcrito tal y como aparece en su fuente original. Dicha gaceta fue la principal plataforma de difusión –y defensa- de los intereses del Carlismo entre 1835 y 1837, siendo editada en Oñate (Guipúzcoa). Supone un testimonio excepcional para conocer el estado de continua tensión socio-política que vivía Europa en la década 1830. En España, tal y como lo atestiguan las líneas escitas, la situación también estaba dominada por la inestabilidad. A la I Guerra Carlista había que sumar la “división” existente en el seno del liberalismo emergente y un ambiente revolucionario, que también era más que visible en gran parte de Europa. En aquella década, más que una guerra por el Trono de España, lo que se estaba librando era una lucha entre dos formas de entender la sociedad. Las posturas -por una parte, cristinos [partidarios de la regente María Cristina] y republicanos y, por otra, realistas- estaban más que definidas.

viernes, 3 de mayo de 2013

EL ACTO DE MONTEJURRA (8 DE MAYO DE 1960) VISTO POR EL PERIÓDICO BRITÁNICO "THE TIMES"

"UNA DEMOSTRACIÓN DE FUERZA POR PARTE DE LOS CARLISTAS.  SE REÚNEN 45.000 EN LA MONTAÑA.

Estella, Navarra, 9 de mayo de 1960.

En la cumbre de Montejurra, a una milla aproximaamente de la histórica población de Estella (donde Carlos VII estableció su corte durante la primera -sic- guerra civil de hace más de un siglo), se reunieron ayer unos 45.000 carlistas para demostrar su lealtad a Don Javier de Borbón-Parma, como pretendiente del trono de España.

Se leyó una carta de Don Carlos [Hugo] de Borbón-Parma, de 29 años de edad, hijo de Don Javier. Don Carlos [Hugo] llevaba el título de "Príncipe de Asturias" en las hojas volantes que se hicieron circular. Es el título equivalente -en relación con la corona española- al de Príncipe de Gales en Gran Bretaña. Se espera que el título será adoptado también por el Príncipe Juan Carlos, de 22 años, hijo de Don Juan, el rival alfonsino pretendiente al trono.

Fuente: Europhoto (EFE)

Uno de los propósitos de la manifestación tenida en el fin de semana fue mostrar patentemente la fuerza del carlismo y su oposición -especialmente después de la reunión secreta entre el General Franco y Don Juan el 29 de marzo- a cualquier inclinación por parte del General Franco a elegir el futuro Rey de España entre la rama alfonsina de la dinastía Borbón.

Cualquiera que sea el destino de la ley de sucesión -preparada por el General Franco y aprobada por referéndum en 1947-, está claro que los carlistas no van a dejarse ignorar. La ingente multitud congregada en las laderas de Montejurra acogió toda alusión a la justicia de su causa con potentes gritos de "Viva el Rey Javier". El día finalizó con baile y otras celebraciones en las que daba la impresión de que la población entera llevaba la simbólica boina roja".

Fuente: Europhoto (EFE)

Tanto el texto como las fotos insertadas datan de 1960. La crónica que se expone aparece en el periódico Boina Roja. Portavoz político del Carlismo Combativo. En su número 55, del 1 de junio del citado año, también aparece una reseña de lo que fue el acto de Montejurra ese 8 de mayo de 1960. He aquí las páginas en cuestión:



Fuentes: